Tiempo de descanso en el trabajo: ¿Cómo gestionarlo?

El tiempo de descanso en el trabajo es necesario y, en algunos casos, es obligatorio. En la siguiente guía te contamos en qué casos es obligatorio por ley y cómo gestionarlo debidamente.

¿Cómo gestionar el tiempo de descanso en el trabajo?

Está demostrado que un pequeño descanso puede incrementar la productividad de los trabajadores. Hay veces en las que las cosas no salen, pero si paramos y desconectamos aunque solo sea 15 minutos, podemos volver al 200%.

Por este motivo es tan importante tenerlo en cuenta, pero también es un concepto que recoge el estatuto de los trabajadores como veremos a continuación.

Descansos en el trabajo por ley

Antes de ver cómo se puede gestionar el tiempo de descanso en el trabajo, es importante prestar atención a lo que indica la ley.

En primer lugar, para el cómputo del control horario de un trabajador hay que considerar los descansos que le pertenecen por la legislación laboral vigente.

En el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores se indica que si la duración de la jornada laboral diaria es continuada y superior a las 6 horas, el trabajador podrá disfrutar de un período de pausa o descanso no inferior a los 15 minutos. Por lo que tendrá este tiempo libre para salir a tomar el aire, un café, etc.

Es importante señalar que se trata de un descanso obligatorio. Es decir, no es opcional, con lo cual la empresa le debe informar al trabajador de este derecho y se debe gestionar debidamente.

Este descanso no será obligatorio en el caso de jornada partida. Asimismo, se deberá disfrutar en el medio de la jornada, ni al principio ni al final.

¿Cómo se regula? El descanso en la jornada laboral puede ser considerado por el empleador como tiempo efectivo de trabajo, aunque no aparezca en el propio convenio. Tampoco tiene porqué ser retribuido de forma obligatoria, sino que también depende del convenio.

Colegas que ríen

¿Qué tiempo de descanso en el trabajo dar a los trabajadores?

Según la ley, para más de 6 horas de trabajo seguidas, el tiempo de descanso en el trabajo deberá ser de mínimo 15 minutos. Con lo cual puedes dar 15, 20 minutos o 30 minutos. Lo que decidas seguro que está bien y es bien recibido por los trabajadores.

¿Cómo se puede gestionar?

Teniendo en cuenta su obligatoriedad en muchos casos, es clave saber gestionarlo debidamente en la empresa.

  • Programar los descansos: si el trabajador tiene derecho a descansar durante 15 minutos a mitad de la jornada, es importante programarlo, para que no coincida con reuniones o con cualquier otro evento donde el trabajador tenga que acudir, rompiendo así su tiempo de descanso.
  • Desconectar completamente: durante los parones, es necesario que el trabajador trate de desconectar por completo del trabajo. Utilizar ese tiempo para relajarse o disfrutar de actividades que le gusten, le ayudará a desconectar y a volver con las pilas cargadas a su puesto de trabajo. Como cada persona es un mundo, habrá a quien le funcione bien escuchar música, ver un capítulo de una miniserie, salir a dar un paseo, leer un libro, etc.
  • Socializar con los compañeros: aunque esto es opcional y depende de las preferencias del trabajador, puede ser muy beneficioso aprovechar dichos descansos para interactuar con los compañeros de trabajo. Hablar con ellos, compartir experiencias o reírse también ayuda a desconectar y mejorar el ambiente laboral.
  • Aprovechar los espacios de descanso adecuados: si la empresa cuenta con áreas designadas para el descanso, puede ser interesante que el trabajador las utilice en su descanso. En vez de quedarse sentado en la misma silla en la que trabaja y mirando la pantalla del ordenador.
  • Establecer límites: para que funcione y sea realmente beneficioso para el trabajador, hay que evitar llevar trabajo a los descansos, al mismo tiempo que se debe evitar realizar tareas personales durante el tiempo laboral. Separar claramente ambas cosas ayuda a evitar la sensación de ansiedad o estrés.
  • Escuchar el cuerpo: por si no te habías dado cuenta, el cuerpo es sabio. Algo tan sencillo como prestar atención a las señales de tu cuerpo te ayudará a que te sientas mejor y a que sufras menos estrés. Si te pide descansar o echar una siesta de 15 minutos, adelante. Si te pide hablar con un compañero, adelante. Y así con todo.

Los descansos laborales pueden ser muy beneficiosos, por eso es fundamental contemplarlos en la empresa, para que los trabajadores no tengan que lidiar con tanto estrés y puedan dedicar algo de tiempo a desconectar. Y es que a veces necesitamos parar un rato, dar un paso atrás para luego poder dar dos adelante.

Definir el tiempo de descanso en el trabajo y ver que se cumpla es importante para que puedan hacer un excelente trabajo y estén satisfechos en la compañía. Ahora ya sabes cómo gestionarlo debidamente, solo queda que lo pongas en práctica.

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