La impuntualidad en el trabajo siempre es algo que puede molestar al jefe y a los propios compañeros, dado que no es justo para nadie. Es un problema que está a la orden del día y que muchas personas lo llevan como algo inherente. Pero es importante ponerlo sobre la mesa, conocer las posibles consecuencias y tratar de solucionarlo.
Sanciones por falta de puntualidad en el trabajo
La actual normativa laboral es ambigua en cuanto a las sanciones que una empresa establece o impone en términos de puntualidad en el trabajo.
El artículo 54.2 del Estatuto de los Trabajadores establece que las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad al trabajo podrían ser consideradas como motivo de peso para romper el contrato laboral.
Llegar tarde al puesto de trabajo se puede ver como un incumplimiento de las obligaciones por parte del trabajador y ser un claro motivo de sanción, pudiendo procederse de cualquiera de las maneras siguientes:
- Descontar el retraso de la nómina
- Sancionar al trabajador
- Despedir al trabajador a causa de los retrasos injustificados
Las consecuencias de la impuntualidad en el trabajo podrían llegar a ser graves según el caso, implicando incluso la pérdida del puesto de trabajo. Por eso es importante tratar de que el trabajador cumpla su horario, por él y por respeto a los demás.
Cuando es algo muy puntual, con un toque de atención debería bastar. No siempre es necesario tomar medidas drásticas, a no ser que un desliz de un día se convierta en algo habitual que pasa a ocurrir todos los días y empieza a ser algo injusto e insostenible.
¿Cómo solucionar la impuntualidad en el trabajo?
Es importante que trabajador y empresa tengan un compromiso en común, como la puntualidad en el trabajo. Ser puntual es una virtud, porque la puntualidad es importante y se debe respetar siempre, tanto en el trabajo como en la vida personal.
Desde el área de recursos humanos a menudo se ven situaciones en las que algún trabajador llega tarde a las reuniones o entrega proyectos después de la fecha límite. Este comportamiento podría convertirse en un hábito y afectar a la cultura y productividad de la empresa, afectando cada vez a más empleados, como si los arrastrara, causando una especie de efecto llamada.
Una solución para que esto no suceda pasa por inculcar prácticas que permitan gestionar mejor el tiempo. Estas prácticas te pueden ayudar a mejorar la eficiencia de los trabajadores. Por ejemplo:
Enseña a tus trabajadores a no ignorar la alarma en cuanto suene
Esto podría recordarte a la cultura japonesa, pero lo primero que puedes recomendar y transmitir a tus empleados es a levantarse de cama a la hora, en cuanto suene la alarma. Está demostrado que dormir unos minutos extra después de despertar es perjudicial para la salud. Por eso es mejor quedarse despierto y levantado desde que suene la alarma.
Transmitir la importancia de no perder el tiempo
El tiempo es dinero. Transmitir a los trabajadores la importancia de aprovechar el tiempo y no perderlo es una gran enseñanza de vida, porque sin duda le ayudará a su vida personal y a su vida profesional. Por ejemplo, hay personas que cada día pierden el tiempo buscando las llaves o el móvil, por eso es mejor organizarse y dejarlos siempre en el mismo sitio. O comprar un gadget localizador que te permita localizarlos rápidamente.
Enseñar la regla de los 15 minutos
Otra buena regla a enseñar en tu compañía de cara a luchar contra la impuntualidad en el trabajo, tiene que ver con esta regla de los 15 minutos. Es decir, tratar de hacerlo todo con 15 minutos de margen, para que cualquier imprevisto no te haga llegar tarde.
Ofrecer incentivos por la puntualidad
Hay empresas que también ofrecen incentivos a los trabajadores que cumplan con su horario, ofreciendo una especie de bonificaciones con el objetivo de motivar al personal a llegar a tiempo. ¿Y si la aplicas de forma temporal a ver cómo funciona?
Crear un ambiente de trabajo donde haya puntualidad
Aunque los horarios de entrada al trabajo varían según el contrato de cada trabajador, hay momentos dentro de una empresa, como reuniones, eventos o compromisos, que requieren estar en un lugar específico a una hora determinada. Es importante que todas las reuniones comiencen a la hora indicada, sin esperar a nadie.
Adoptando estas prácticas en tu negocio, verás que poco a poco los trabajadores que tienen problemas de impuntualidad en el trabajo empiezan a ser más puntuales. Al final, lo que se busca es que cojan esa rutina. Una vez adquieran la rutina, lo más importante ya estará hecho.
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