La pensión contributiva en España es una prestación económica que reciben algunas personas al jubilarse o si sufren algún tipo de incapacidad que les impide trabajar. Es una prestación con carácter vitalicio, es decir, es para siempre.
Es una prestación que depende del Estado, no de las comunidades autónomas. Para poder tener derecho a una, se debe haber cotizado un cierto número de años y tener una determinada edad, entre otros, puesto que existen distintos tipos de pensiones contributivas: jubilación, incapacidad permanente, orfandad y viudedad.
En la siguiente guía te contamos qué es una pensión contributiva y todo lo que necesitas saber para clarificar conceptos.
¿Qué es la pensión contributiva?
Una pensión contributiva es una prestación económica de la Seguridad Social cuyo objetivo es proteger a las personas en situaciones concretas como incapacidad o jubilación.
Al ser contributiva, significa que depende del Estado, a diferencia de la pensión no contributiva que depende de los órganos competentes de cada comunidad autónoma.
La cuantía a percibir depende del tiempo de cotización y de la base reguladora. Es decir, dependerá de lo que la persona haya aportado a la S.S.
Diferencia entre pensión contributiva y no contributiva
La principal diferencia entre pensiones contributivas y no contributivas, es que las primeras dependen del tiempo en el que cada trabajador ha cotizado a la S.S. Mientras que las segundas no tienen en cuenta el tiempo cotizado, sino la situación de vulnerabilidad de la persona afectada.
Por ejemplo, en España, en el caso de no llegar al mínimo de cotización o de años exigidos para cobrar la pensión contributiva, se podría acceder a la no contributiva. Es como una ayuda para no dejar a nadie atrás.
Tipos de pensiones contributivas
A la hora de pensar en una pensión contributiva tendemos a creer que solo hay una, la de jubilación. Sin embargo, hay un total de 4 tipos.
Jubilación
Uno de los tipos de pensiones contributivas que hay en España es la de jubilación. La persona la disfruta cuando llega al fin de su vida laboral.
Puede ser de varios tipos: jubilación ordinaria (la más habitual), jubilación anticipada por cese involuntario del trabajador y jubilación anticipada de forma voluntaria. Según la tipología se puede percibir una mayor o menor cuantía, depende del tiempo cotizado y de la base reguladora del trabajador.
Incapacidad permanente
Si una persona sufre una enfermedad o situación de incapacidad permanente, también tendrá derecho a cobrar la pensión contributiva.
En cuanto a las cuantías, existen distintos grados de incapacidad y de ellos depende la modalidad y el importe de la pensión. Por ejemplo, puede ser incapacidad permanente parcial, incapacidad permanente total e incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
Se entiende que una persona que tiene una enfermedad y le conceden la incapacidad no puede trabajar con normalidad, por lo que es una forma de ayudar a la persona, ya sea como complemento al trabajo debido a una reducción de jornada o de forma total si ya no puede seguir trabajando.
Orfandad y viudedad
También existe la pensión contributiva por casos de orfandad y viudedad. Este tipo de prestación tiene como objetivo compensar la situación económica derivada del fallecimiento de la persona, como puede ser un padre o un marido.
Las cuantías también dependen de cada caso. En el caso de la de viudedad, es para siempre. Mientras que la pensión de orfandad es hasta los 21 años, pero puede llegar hasta los 25 años en determinados supuestos.
Pensiones extraordinarias por terrorismo
Otra modalidad son las pensiones extraordinarias como consecuencia de actos de terrorismo, ya sean personas que han resultado incapacitadas como los familiares de los fallecidos en estas circunstancias.
Requisitos para la pensión contributiva
Para poder tener acceso a una pensión contributiva en España es necesario cumplir con una serie de requisitos, entre ellos:
- Edad: en el caso de la pensión de jubilación se tiene derecho a percibir cuando la persona haya cumplido 67 años de edad o bien 65 años de edad y acrediten 38 años y 6 meses de cotizaciones al sistema de Seguridad Social. Ten en cuenta que estas cifras pueden cambiar en cualquier momento.
- Cotizaciones: en cuanto a las cotizaciones sociales, se debe haber cotizado como mínimo 15 años, de los cuales al menos dos antes de pedir la pensión de jubilación.
En los demás tipos de pensiones como incapacidad permanente, orfandad/viuedad y extraordinarias por terrorismo, cada una tiene unos requisitos específicos.
Por ejemplo, en el caso de la pensión por incapacidad permanente se exigen unos requisitos generales y de cotización que varían dependiendo del grado de incapacidad. Los requisitos son diferentes:
- Estar dado de alta en la S.S.
- No llegar a la edad de jubilación.
- Contar con un periodo de cotización, según la causa y el tipo de incapacidad.
En el caso de la pensión de orfandad o viudedad, ambas partes deben cumplir con una serie de requisitos. Por parte del fallecido, los siguientes requisitos:
- Estar dado de alta en la S.S.
- Haber cotizado al menos 15 años.
- Estar percibiendo una pensión contributiva.
En caso del hijo, se deben cumplir algunos de los siguientes requisitos:
- Tener menos de 21 años
- Tener entre 21 y 25 años y no estar trabajando
- Ser mayor de 21 y tener incapacidad.
En caso de viudedad:
- El fallecido debe haber cotizado un mínimo de 500 días durante los últimos 5 años (algo más de año y medio).
- Si no estuvo dado de alta al momento de fallecer, será necesario haber cotizado 15 años.
Ten en cuenta que estos requisitos pueden cambiar con el paso de los años, por lo que tanto la edad de jubilación como el periodo de cotización pueden ser diferentes. Siempre es recomendable solicitar la ayuda de un asesor para consultar cada caso en particular.
¿Cómo se gestiona la pensión contributiva?
La pensión contributiva se puede solicitar en los centros de atención e información del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Para ello, hay que pedir cita previa y el día de la cita acudir con la documentación necesaria.
En el caso de los trabajadores del mar deberán presentar la solicitud en las direcciones provinciales del Instituto Social de la Marina (ISM).
La documentación necesaria es la siguiente:
- DNI.
- Solicitud en papel de la pensión contributiva.
- Según el tipo de jubilación puede ser necesario presentar un certificado, ya sea de la empresa, de incapacidad… depende del caso.
- Según el tipo de jubilación habrá que aportar documentos que puedan confirmar el grado de parentesco.
En cuanto a los plazos, para las personas que trabajan pueden efectuar la solicitud con 3 meses de antelación. También se puede presentar de forma telemática en la web de la S.S., para agilizar los trámites.
Cálculo de la pensión contributiva
¿Cuánto se cobra de pensión contributiva? Lo cierto es que la cuantía depende de cada caso en concreto. Por eso siempre insistimos en la importancia de tratar cada caso por separado con ayuda de un asesor legal.
Actualmente, las pensiones mínimas quedan de la siguiente manera.
- Pensión por jubilación con 65 años de 890,50 euros (con cónyuge a cargo) o de 721,70 euros (sin cónyuge a cargo).
- Pensión por incapacidad permanente
- Gran invalidez 1.335,80 € (con cónyuge a cargo) y 1.082,60 € (sin cónyuge a cargo).
- Incapacidad absoluta 890,50 € (con cónyuge a cargo) y 721,70 € (sin cónyuge a cargo).
- Incapacidad total 834,90 € (con cónyuge a cargo) y 675,20 € (sin cónyuge a cargo).
- Viudedad con cargas familiares 834,90 €
- Orfandad
- Por beneficiario 220,70 €.
- En caso de beneficiario menor de 21 años y con una minusvalía 434 €.
Ten en cuenta que a medida que pasan los años las cuantías de las pensiones mínimas cambian. Por ejemplo, lo han vuelto a hacer recientemente con la subida del SMI.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si no cumplo con los requisitos mínimos de cotización?
En el caso de no haber cumplido con el requisito de cotizar al menos 15 años, las personas podrán cobrar igualmente una pensión. Sería una pensión no contributiva.
¿De quién depende la pensión contributiva?
Actualmente, las pensiones se basan en un modelo de solidaridad intergeneracional. Es decir, las personas que trabajan destinan parte de su salario a esa hucha de las pensiones.
En España se creó en el año 1997 el Fondo de Reserva de la Seguridad Social o “hucha de las pensiones”, donde además de las aportaciones de los trabajadores también se realizan aportes presupuestarios por parte del gobierno. Por tanto, mientras haya dinero, las pensiones contributivas deberían estar garantizadas.
Es importante conocer lo que implica una pensión contributiva para cualquiera de los tipos mencionados, porque ya ves que los requisitos cambian entre los diferentes tipos y las cuantías también son distintas de un año a otro.
Asimismo, recomendamos consultarlo con un asesor, porque cada persona tiene su caso particular y es normal querer tener una previsión de lo que se va a cobrar de pensión cuando llegue el momento.